9/21/2017

perro negro: panorama sombrío de una política comercial



Por Federico Vaccarezza*

Hace unos días el INDEC público los datos del “Intercambio Comercial Argentino” de Julio/2017, una publicación mensual que aborda el comportamiento del comercio exterior. Su lectura en profundidad nos lleva a extraer algunas reflexiones por lo que, invitamos al lector a tomar asiento y ajustarse el cinturón. Los resultados de la interpretación, aunque abiertos a discusión, no son aptos para cardiacos.

Para empezar, las exportaciones totales en julio de 2017 sumaron U$D 5.241 millones mientras que las importaciones totales U$D 6.039 millones. Esto le deja a la economía un saldo comercial deficitario de U$D - 798 millones marcando una tendencia ininterrumpida desde enero de 2017. En lo que va del año, la economía ya perdió U$D - 3.428 millones.

Cuando nos referimos exclusivamente a las importaciones, las mismas aumentaron 29,9% en valor, los precios aumentaron 5,2% pero las cantidades lo hicieron 23,5% ¿Qué significa esto? Que aunque los precios de importación aumentaron relativamente poco de un periodo al otro, las cantidades lo hicieron exponencialmente. Esto sería como decir: este mes compramos un 23% más de mercadería importada pero nos salió solo un 5% adicional. Una ganga de importación, demoledora para la industria y el trabajo argentino.

Cuando lo analizamos desde los rubros, la sorpresa no es menor. Mientras que la situación de la producción nacional es compleja y necesita de un estímulo para crecer, la importación de automotores de pasajeros aumento 76%, los bienes de Bienes de Capital 54,7%; las Piezas y accesorios de Bienes de Capital 34,9%; Bienes Intermedios 24,8%; y los tan temidos Bienes de Consumo 19%. Si bien algún precipitado, podría salir a festejar por el aumento de las compras de Bienes de Capital, este aumento va en detrimento de la industria nacional de estos bienes. De hecho el gobierno mediante el Decreto Nº 593/2017 extendió el “Régimen del Bono de Capital” hasta diciembre, pero redujo el incentivo a los metalúrgicos quienes dejaran de percibir más de $ 1.000 millones anuales.

Al mismo tiempo, y como para no desentonar con la ola des-industrializadora, en agosto el gobierno modifico mediante el Decreto 629/2017 el “Régimen de Importación de Bienes de Capital Usado para la Industria Petrolera” para agilizar la importación de consumo de los bienes usados destinados al sector. Cada cual, saque sus conclusiones.

Otro componente industrial interesante para destacar es el de vehículos automotores, tractores y motos (cap.87) en el cual las importaciones correspondieron a U$D 433 millones mientras que, las exportaciones U$D 75 millones. Tan solo en este periodo, los automotores importados le generaron al país una perdida en su balanza sectorial de U$D - 358 millones.

En resumen, la variación deficitaria del saldo comercial de Julio/2017, abultada y con tendencia creciente respecto del correspondiente e igual periodo 2016 se debe a que la tasa de crecimiento de importaciones supera ampliamente a la de las exportaciones. Para explicarlo en un lenguaje llano podemos decir que, mientras que las exportaciones suben por la escalera las importaciones lo hacen por el ascensor. Pero, ¿Qué pasa si en lugar de analizar solo algunos productos analizamos el intercambio de nuestro país por regiones y socios comerciales?

El intercambio comercial argentino, analizada por regiones: Una situación preocupante.

Durante la campaña de 2015 Cambiemos le criticaba reiteradamente a la gestión gobernante los resultados de la política comercial. Uno de sus principales argumentos, se sostenía en la promesa dinamizar el comercio exterior y así liberar el “supuesto” potencial de la economía. Dos años después, los números del intercambio con los principales socios y regiones comerciales parecen ir a contramano de aquellos tentadores argumentos. Analicemos la situación del intercambio argentino de 2017 con los 3 socios más importantes: Brasil, China y los Estados Unidos.
Saldos Comerciales con los 3 principales socios de argentina Julio 2017(en millones de U$D)


Tan solo en julio, las perdidas en el comercio exterior para la economía nacional fueron de U$D 1.805 millones con los 3 principales socios comerciales de la Argentina. Tal como muestra el cuadro no quepan las expresiones para preguntarnos otra cosa que ¿A dónde está el gobierno? En cambio, cuando el análisis lo extendemos desde enero a julio de 2017, el cuadro no es apto para cardiacos:

Déficit Comercial por regiones acumulado en enero a julio 2017 (en millones de U$D)

En lo que va del año, la economía nacional acumula pérdidas en el intercambio comercial con las principales regiones del mundo. Tan solo en el MERCOSUR las pérdidas acumuladas son de U$D 4.394 millones algo que es verdaderamente insostenible. Con la República Popular China las pérdidas son de U$D 3.559 millones, con el NAFTA, lo que incluye Estados Unidos, Canadá y México, el déficit comercial fue de U$D 2.195 millones, sin contar que esta brecha va camino de ampliarse por las restricciones a las exportaciones nacionales de biodiesel y las compras de carne de cerdos norteamericanos, entre muchos otros artículos. En total, con las principales economías del mundo la argentina perdió U$D 12.214 millones en tan solo 7 meses. ¿Es acaso esta situación sostenible en el tiempo? ¿Cómo antes no sucedía? ¿Cómo es que estamos importando carne de cerdo de los Estados Unidos?

Por último, guardamos una perlita para terminar de exponer la situación comercial que seguro sorprenderá el lector. Si tomamos los primeros siete meses del año contra mismo periodo del año anterior, el sector que registro mayor caída de las exportaciones corresponde al complejo oleaginoso. Si, la soja! El campo! En solo este periodo, semillas y frutos oleaginosos se derrumbó U$D 643 millones y grasas y aceites U$D 167. Solo con estos productos el país perdió U$D 810 millones de algo que “supuestamente” es el producto “estrella” del campo argentino. Pero, si el lector pensaba que, los limones de Macri vendrían a salvarnos, lamento desilusionarlo! Las exportaciones de este producto, también cayeron U$D 27 millones.

¿Política Comercial? Ausente!

Detrás de los globos, las operaciones mediáticas y el bronceado invernal de los funcionarios de Cambiemos, asoman los aspectos relevantes de la política comercial que despiertan una genuina preocupación entre la población.

Con sus principales socios comerciales, Brasil, China y Estados Unidos, la economía registra abultadísimos déficits comerciales que se dispararon desde diciembre 2015 cuando paradojamente, existen concretas posibilidades de revertirlos parcialmente ¿Cómo?, en primera instancia negociando la búsqueda de un equilibrio entre lo que vendemos a nuestros socios en compensación con lo que ellos nos venden. Tanto la saliente Susana Malcorra del Ministerio de Relaciones Exteriores (“El Messi de la diplomacia” como la denominara el cineasta José Campanella) como el Ministro Jorge Faurie tienen una característica en común: No han presentado ningún plan de acción para revertir la situación.

En cuanto a la defensa comercial, se están desarticulado el uso de los mecanismos e instrumentos técnicos para regular el ingreso irrestricto de mercadería importada (algo que los países desarrollados utilizan magistralmente) mientras queda expuesta la ausencia de reuniones bilaterales de los funcionarios de las carteras de producción y comercio con sus pares de estos países para buscar soluciones que permitan equilibrar la balanza comercial.

Por el lado de las exportaciones, es notoria también la debilidad y fragilidad de los mecanismos nacionales de apoyo al exportador como una constante de la gestión de Cambiemos. Si se comparan los mecanismos de estímulos y fomento a la exportación de países como Brasil, Chile, Colombia, México (ni que hablar de Estados Unidos, China, Corea del Sur, entre otros) la Argentina está en una lamentable situación. Esto se manifestó claramente hace unos días con la renuncia de Juan Procaccini, Ex Director de la pomposa y obsoleta “Agencia Argentina de Promoción de Inversiones y Comercio Internacional”.
La ausencia de coordinación y fortaleza de las políticas y mecanismos, financieros, técnicos, comerciales territoriales, aduaneros y de apoyo al exportador, repercuten visiblemente en las cifras del comercio, principalmente en la PYME.

Sin negociaciones comerciales coherentes que contemplen simultáneamente la integración de los aspectos defensivos y ofensivos del comercio y políticas públicas activas para impulsar las exportaciones en todos los rubros, la caída y el déficit seguirán profundizándose cada vez más.

Este es el panorama sombrío, de una política comercial.

*El autor es Especialista en Economía y Negocios con Asia Pacifico e India y Magister en Relaciones Comerciales Internacionales (UNTreF). Docente de la Licenciatura en Economía de la UNDAV y miembro de la agrupación de economistas “Economía Política Para la Argentina” (EPPA).

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