11/18/2016

"nada hay en la ley que ataque las causas de la denominada “emergencia”, que sus propios fundamentos denuncia"

EN LA PLAZA DE MAYO

Cualquier acción que tienda a mitigar los efectos de la aplicación de las medidas de la actual gestión en materia económica y social, tiene nuestro apoyo y acompañamiento.logo_LC
“Reinstalar la movilidad social ascendente que caracterizó a la República Argentina requiere comprender que los problemas de la pobreza no se solucionan desde las políticas sociales sino desde las políticas económicas”.

Néstor Kirchner, 25 de mayo de 2003 “Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis. No caigan en la tentación del corsé que los reduce a actores secundarios, o peor a meros administradores de la miseria existente”.
“…no dejarse encorsetar, porque algunos dicen: la cooperativa, el comedor, la huerta agroecológica, el microemprendimiento, el diseño de los planes asistenciales… hasta ahí está bien. Mientras se mantengan en el corsé de las «políticas sociales», mientras no cuestionen la política económica o la política con mayúscula, se los tolera. Papa Francisco, 5 de noviembre de 2016

Cualquier acción que tienda a mitigar los efectos de la aplicación de las medidas de la actual gestión en materia económica y social, tiene nuestro apoyo y acompañamiento. Sin embargo, consideramos que el caso particular del proyecto de Ley de “Emergencia Social y de las Organizaciones de la Economía Popular”, se trata de un elemento necesario y complementario a la aplicación de las mismas medidas que pretende combatir.

De esta forma, en su artículo 2do dice: “Instrúyase al Ministerio de Desarrollo Social a crear un millón (1.000.000) de nuevos puestos de trabajo”, como si un mero artículo de una ley pudiera generar los factores necesarios para reconstruir lo que la actual gestión está pulverizando en forma premeditada.No fue así como se consiguieron los (verdaderos) 6 millones de puestos de trabajo durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner. Y mencionamos a ambos gobiernos porque son los mismos considerandos de esta ley los que reconocen el hecho de que la “emergencia” se da en contraste a las conquistas que el pueblo argentino logró durante los doce años recientes.

Nada hay en la ley que ataque las causas de la denominada “emergencia” que sus propios fundamentos denuncian. Nada. Contrariamente, al considerar como “emergencia” a la actual situación social se pretende que entendamos una excepcionalidad que no es tal. Las medidas económicas del actual gobierno generan pobreza y desigualdad como único resultado posible y en forma sistemática. No como excepción, sino como regla.

Si sabemos cuáles son las causas del problema, debemos ir contra ellas y no aplicar paliativos. Se trata de retomar la senda del trabajo y el consumo interno, se trata de focalizar los factores económicos en la economía productiva y no en la fenomenal bicicleta financiera que se ha gestado. Sobre esto ni el proyecto en cuestión ni los representantes de los derechos de los trabajadores parecen acusar recibo.

La negociación a puertas cerradas no reemplaza las responsabilidades de las organizaciones sociales y sindicales en la defensa del salario y el empleo. Ese fue el esquema que se aplicó en la Argentina en la década de 1990, los resultados son innegables y los dirigentes lo saben.

Es indudable que la situación de millones de argentinos se deterioró de manera notable estos últimos meses. Esto lo venimos advirtiendo desde el primer momento de asumida la actual gestión del Poder Ejecutivo Nacional y desde antes, durante las elecciones, lo que algunos denominaron “campaña del miedo”.

La precarización del trabajo, su literal destrucción, eso sí es una fenomenal campaña de miedo e intimidación cuyo único objetivo es el de concentrar aún más el ingreso y la riqueza en la Argentina. Frente a este hecho no vemos la utilización de las herramientas que tienen a disposición los trabajadores y las organizaciones sociales aunque sus dirigentes “amaguen” con hacer uso de ellas.

Es que la acción misma del “amague” se transforma en complicidad sino se actúa. Se termina siendo parte de una oposición “permitida” que no discute lo que hay que discutir sino que se “sorprende” y decreta “emergencias” que todos sabíamos que se iban a producir. Todos lo sabíamos.

No discutir las bases del modelo y afirmar que esto es el resultado de un fenómeno meteorológico es una maniobra que se utilizó en el pasado reciente en la Argentina para mantener el statu quo. No se puede pretender que el pueblo argentino ignore lo que realmente pasa, por más decoración mediática que se le quiera dar, por más “herencia” que se intente hacerle creer.

Saludamos y celebramos la movilización pero no podemos dejar de señalar que el lugar natural del pueblo para defender el trabajo, el salario y los derechos adquiridos fue, es y será la Plaza de Mayo. Y el pueblo lo sabe.

MÁXIMO: “LA POBREZA SE COMBATE CON POLÍTICAS DE DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO”


2 comentarios:

oti dijo...

Sí, pero además de lo que dice correctamente La Cámpora, hay que señalar el problema de fondo más importante: la economía argentina no puede producir verdaderos excedentes que se orienten a la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los humildes y de los pobres. Y que, ante esta restricción de fondo, el foco se pone en la redistribución, con lo cual entramos en una invariante temática del tipo "redistribución progresiva vs. regresiva".

Tiene que llegar un momento en la historia argentina en el que el gobierno que propende a la redistribución progresiva del ingreso pueda generar excedentes invertibles para acentuar significativamente la movilidad social ascendente.

EL gobierno de CFK llegó a un punto en que, correctamente, ante la restricción se negó a redistribuir al revés de lo que ella y Néstor habían hecho los años anteriores. Pero eso no es suficiente, no es suficiente con negarse a relanzar un ciclo económico para que cierren los nros. con la gente afuera. Hay que generar la alternativa para que el enemigo no pueda operar sobre el punto débil.

La alternativa no se pudo generar y el enemigo operó sobre el punto débil, llenando el vacío de excedente con monumental deuda externa e interna. O sea, el no poder resolver las propias contradicciones facilita las cosas al enemigo, porque, si no existía ese vacío, era mucho más difícil endeudarse.

Esta lógica nos lleva a un juego sin salida.

Tenemos que resolver, una vez que volvamos al gobierno, en forma rápida y contundente la "fuga de capitales" y que estos puedan juntarse en una masa crítica para poner en marcha una obra mucho más grande todavía que la que hizo el K.

Horacio Çaró dijo...

Una de las principales políticas a incluir en el próximo programa de gobierno es la nacionalización del comercio exterior. No hay salida sin ese factor de descapitalización controlado por el Estado.