11/23/2015

oia? no lo desgastó! sobre la renovación dirigencial en el fpv



La imagen de Jorge Capitanich y el resultado que obtuvo ayer en su provincia, signada históricamente por la complejidad y alternacia electoral es , a nuestro juicio, muy pedagógica . 

Debe servir en  especial a los jóvenes kirchneristas como puntapié inicial para revisar todo lo dicho por la dirigencia oficialista tradicional acerca de qué tipo de dirigencia demanda un proyecto de transf ormación con equidad como el inaugurado por Néstor y que hoy profundiza Cristina.

Proyecto nacional que a pesar de enfrentar al sistema de medios opositores y a las más poderosas corporaciones económicas y financieras locales e internacionales en un contexto de crisis notable a nivel regonal, sigue manteniendo niveles de aceptación electoral que como núcleo duro representa el 35% del electorado y expandido abarca a la mitad de los votantes.

En esta elección se observó un gap muy desfavorable para con la dirigencia respecto ya no solo de la organización militante , sino de la propia opinión pública , adherentes y simpatizantes que sostuvo al FpV a pesar de los vaivénes muchas veces vergonzosos de su dirigencia. 

Es habitual el agotamiento de un paradigma dirigencial y debe ser resuelto. Pasó tras el triunfo de Alfonsín en 1983 donde la Renovación surgió al calor de la derrota del peronismo en los inicios de la recuperación democrática y lamentablemente tuvo su deriva conservadora en la potente figura de Carlos Menem.

A modo de breve apunte entonces, reconstruir sin prisa ni pausa un corpus dirigencial a la altura de la repolitización que el kirchnerismo promovió en la sociedad parece ser  el primer paso para enfrentar las elecciones de medio mandato del año 2017 que ya están ahí.

Se trata de enfrentar en apenas 24 meses y con el mayor éxito posible el proyecto de la derecha conservadora que ganara muy ajustadamente la elección en votos, y que sin embargo, de la mano de un diseño electoral insólito, obtiene a nivel de gobiernos territoriales ( provinciales y municipales) una hegemonía que coloca al Peronismo en su punto de mayor debilidad del que se tenga memoria, peor incluso que tras las elecciones del año 1983, aunque con dos grandes activos a preservar, reproducir y ampliar: El liderazgo de Cristina y una gran trama militante nacional, capaz de intervenir de manera eficaz incluso para ponerse al hombro una vergonzante y deslucida campaña electoral y llevarla al borde del triunfo en solo 30 días.

3 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Sin territorio ni medios la cosa se complica para parte de una militancia que conoce se escritorios pero poco de caminar en el desierto

hosebe dijo...

Quiero contar ahora algo que me sucedió dos semanas atrás, saliendo de mi casa en Caballito me encontré con dos jóvenes, muy jóvenes, que con algunos papeles en la mano me pidieron si podían hacerme algunas preguntas, les pregunte a quien representaban y se presentaron como del frente para la victoria,entablamos un dialogo, me contaron que en el barrio habían sido bastante mal recibidos,les pregunte porque el día de la primera vuelta, al pasar por un comité de La Campora para pedir una boleta este estaba cerrado,Pusieron caras he hicieron un comentario "buen.. los de La Campora" Si esto esta sucediendo, no me consta,estamos perdidos es lo mismo que hicieron los viejos caudillos del Gran Bs. As.y así nos fue,sin identificarme como Peronista creo que Peron dijo algo al respecto, pero es evidente que algunos no lo entendieron

Polito dijo...

No concuerdo con la situación de debilidad peronista "peor que la de 1983".
Alfonsin tuvo más legitimidad de origen, al vencer al peronismo por 52% a 40%, ganó la Provincia de Buenos Aires, puso en esa época donde no existía la CABA, al intendente de la Capital Federal, y la UCR tenía más gobernadores que los tres que exhibe hoy (Mendoza, Jujuy y Corrientes).
La primavera alfonsinista tuvo incluso las ínfulas para proponerse crear un tercer movimiento histórico, y hasta intentó desperonizar a los sindicatos.
En temas como ddhh, hasta el levantamiento carapintada que lo hizo recular, corría con la vaina por izquierda al peronismo cupular, que en la campaña electoral de 1983 pactó una amnistía con los militares.
Macri está tan lejos de eso, como de tener la suma del poder público.
Si bien la triada Nación-Provincia-Caba es una base de gobernabilidad considerable, buena parte de su futuro dependerá de como se plante en sus primeros meses, en la problemática macroeconómica y social.