Los dirigentes radicales que iniciaron el diálogo con el massismo, y otras fuerzas anti kirchneristas, esperan una señal de Ernesto Sanzpara avanzar en el gran acuerdo para pelearle al ex presidenciable la provincia. La “humildad” del FpV.
Con la renuncia de Sergio Urribarri a la candidatura presidencial de por medio, los sectores de la oposición entienden que llega la hora de reunir a todos los referentes para forjar ese acuerdo que tanto pregonan para derrumbar el extenso armado político que tiene el kirchnerismo en Entre Ríos, hoy apuntalado en tres candidatos fuertes para las PASO.
Tal es la pujanza del Frente para la Victoria, que en la UCR y el massismo aceleran el diálogo para darle potencia a la iniciativa que tiene un impedimento importante: el acuerdo con el PRO. El juego que se oficializó en Gualeguaychú selló un pacto con el Jefe de Gobierno porteño que no quiere saber nada en darle algún gesto al Frente Renovador.
Como adelantó Letra P, Mendoza tuvo un efecto contagio en el Litoral. Atilio Benedetti, que irá a las PASO contra Alfredo De Angeli, es uno de los mayores impulsores pero tiene una difícil tarea: convencer a Ernesto Sanz de que lo apoye a lo que lo habilitó la Convención partidaria provincial en San Salvador. Aunque, según reconocen los armadores, el Senador no se opondría pero la posición de Mauricio Macri de no habilitar ningún acercamiento a Massa es demasiado influyente.
“Tenemos que hacer un frente lo más amplio posible para pelearle el poder a Urribarri después de las elecciones primarias. Atilio se lo tiene que hacer entender a Sanz”, le dijo a este portal uno de los dirigentes más importantes que trabaja en la conformación del frente anti urribarrista. Hace pocos días, Benedetti también había demostrado ganas de que se conforme la sociedad entre justicialistas, radicales y la centro–izquierda. “Tenemos la voluntad de crear un frente capaz de derrotar al kirchnerismo en la provincia”, contaba en diálogo con Letra P.
A pesar de las buenas intenciones, la intromisión del “Momo” Venegas es otro de los escollos para el avance del pacto. Reticente a Sergio Massa, es un importante armador en las provincias de Macri y, según admiten desde el PRO, “tiene un encono especial” hacia el ex intendente de Tigre. Emilio Martínez Garbino, que tiene sintonía fina con el FR, busca darle otro estilo y hasta se anima a plantearle a Venegas la posibilidad de que Massa sea parte en Entre Ríos.
“Es complicado”. Eso admiten los laderos de Benedetti, que reciben señales a diario desde Villaguay o Concordia, tierras que Adrián Fuertes y Jorge Busticonocen a la perfección. A pesar de que se reunieron en la recorrida de Massa en Paraná, la tumultuosa relación entre las dos líneas renovadoras también marca el termómetro y hasta le dan un toque de incertidumbre –de los que impulsan el frente– para lo que viene.
La humildad del FpV
La carta de Urribarri, que surgió luego de que la Presidenta les reclamara a sus referentes un “baño de humildad”, abrió un nuevo escenario en el oficialismo. Siempre atento a lo que pasa en la otra vereda, comienza a definir cuáles serán los candidatos que se animen a disputar la interna que tiene anotados a los intendentes Gustavo Bordet (Concordia), Juan José Bahillo (Gualeguaychú); al ministro de Gobierno, Adán Bahl y el diputado nacional, Julio Solanas.
Consultado por este por este portal, el Gobernador entrerriano ratificó las fórmulas que tanto promovió antes de que se modificara el sistema electoral en su provincia: “son cuatro en total, con excelentes resultados de gestión que los habilita para ser candidatos”.
Según admiten desde las mismas filas del Pato, las cuatro candidaturas pueden terminar en tres porque puede dispersar mucho al electorado. “Tres es el mejor número”, reconoció uno de los involucrados en la disputa por la sucesión y que mantiene buena llegada en la Costa del Río Uruguay. Por ahora, la humildad no le llegó a nadie.
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