11/24/2014

apuntes sobre el sistema de representación y el tipo de unidad sociopolítica disponible en la post crisis - ucr, pj, fpv, pro y fr



El "tipo de unidad" que demandaba la UCR para poder desplegarse nacionalmente, ya no está disponible en la post crisis del año 2001. Ciertamente la modalidad de homogeneidad social de segmentos medios que requería el recorrido nacional del partido de Alfonsín, ha desaparecido en la post crisis. 

El recomienzo de segmentos medios que supuso el kirchnerismo ( la" clase media" se duplicó) , no replicó aquella vieja matriz anterior a la crisis , galvanizada por segmentos medios relativamente uniformes material y simbólicamente , ordenados sin fracturas estructurales de Usauhaia a la Quiaca y en especial en los grandes centros urbanos. 

La resurrección de la clase media post crisis del año 2001 que impulsó la experiencia populista K, es un fenómeno histórico específico cuyo emergente social no reconoce parentescos con el antiguo formato más que en el "nombre" con que se la señala. 

Los niveles de fragmentación al interior de los nuevos segmentos medios en la post crisis son muy profundos y notables, totalmente diversos a la relativa homogeneidad del siglo pasado. Nada en común existe hoy entre segmentos medios bajos y plenos y de ellos con los medios altos. Un abismo socioeconómico y cultural los separa. 

Buena parte de los nuevos segmentos medios post crisis, no reconocen siquiera en el trabajo formal la modalidad de ingreso personal o familiar dominante. Mientras la clase media de representación homogénea previa a la crisis se desplegaba en un país con 15 puntos de informalidad laboral, por ejemplo hoy, tras la notable reversión del trabajo informal que supuso el kirchnerismo,  aún persisten 33 puntos de trabajo ilegal y nada hace suponer que descenderá en lo inmediato. 

Los jóvenes profesionales e independientes integrantes de la clase media post crisis en su mayoría abrumadora no conocen siquiera la formalidad laboral o el "trabajo en blanco".

Culturalmente como es de esperar, la composición de la amplia franja media post crisis también es tribal, absolutamente estanca entre segmentos diversos ubicados en la banda de ingresos medios. No hay sistema identitario capaz de darle un piso común a los segmentos medios contemporáneos, no lo hay ni habrá. 

Imposible recrear por ejemplo, el fenómeno cultural urbano de Mafalda, el comic mass media exitoso de los años sesenta, setenta y aún con persistencia de sentido en los tempranos ochenta, cuya estructura familiar de padre empleado bancario, madre ama de casa, dos hijos , poseedores de departamento y un auto,  hacía sentido - incluso humorístico-  a amplias franjas medias de la pre crisis que podían reconocerse ahí, aún en el brulote.

Hoy sencillamente ese reconocimiento , aún en el contexto de humor que proponía la tira, es un imposible estructural, ni siquiera presente en el modo aspiracional.  

Lo mismo que con la UCR sucede con el peronismo no kirchnerista, retazos que se aupan bajo el rótulo de Peronismo Disidente , que tampoco pueden ya representar nacionalmente nada , pues el tipo de unidad que demandaban ha estallado tras la crisis de 2001 .

Más aún, el posterior despliegue de la experiencia K no dejó espacio material para el tipo de unidad populista que supuso el peronismo pre kirchnerista, donde convivían proyectos de país ya no diferentes sino antagónicos.

Los cambios ocurridos en la sociedad respecto a la que el viejo peronismo pre K representaba en parte mayoritaria son enormes. Las estructuras gremiales atomizadas, debilitadas y con notable ausencia de representación - el 80% de los establecimientos no poseen delegados de base - .

La mitad de los trabajadores , empleados bajo relación de dependencia y cuenta propistas están fuera del circuito formal y below the radar de la representación gremial, la clase media fragmentada y sin conexidad entre segmentos , los sectores populares ordenados por gran el impacto de las múltiples políticas oficiales , las burocracias administrativas de los "movimientos sociales" , las iglesias, etc.

El viejo peronismo como trama de discurso y organización  "no tiene cabida" en ningún lugar real como para desarrollarse hoy, ni a futuro, salvo el que se repliega aún en gobernaciones o intendencias y se oferta como aliado de alguna de las fuerzas con despliegue nacional o el sector que se subvierte al interior del FPV como experiencia "diferenciada". Hermanados con la UCR, los peronistas no kirchneristas son cada vez más actores de reparto. Era hora.  

El kirchnerismo durante su gobierno de notable capacidad de gestión con gran afectación de intereses corporativos, modificó sustancialmente el tipo de unidad posible al interior de una experiencia populista y desandar ese camino para volver al viejo tipo de unidad populista pre crisis sería un grave error conceptual primero y político después. 

Sobrevendría la disgregación y la esterilidad histórica que advertía anticipadamente Cooke ( por eso su extrañamiento del universo intelectual peronista de los años 60)  .

Y sobrevendría la debacle sin reparación , no porque alguno o algunos lo "propusieran", sino como proceso histórico inexorable. El kirchnerismo no está en capacidad de sostener el tipo de unidad hisrtórica que supuso el viejo peronismo pre crisis 2001, unidad que en el video de apertura el amigo don pelado Teletubi denomina afectada y afectuosamente como "la casa común". 

Pues bien a esa casa común la historia primero y el el kirchnerismo luego le ha dinamitado varias habitaciones y construído algunas nuevas.

No hay lugar y tampoco es posible ya contener la diversidad de segmentos sociales e intereses tan divergentes que el viejo peronismo representó y cuya unidad crujía ya antes de la crisis 2001 , pero pudo sobrevivir menemismo mediante, dando un giro notable al interior del populismo peronista hasta transformar una experiencia popular democrática en popular conservadora, voltereta conceptual, política y de representación que fue nominada por algunos  como " modernización" y por otros como"traición" 

Por los motivos que fueran, y son varios, las posibilidades de soportar materialmente esos contraste s han cesado tras la experiencia K.

El populismo en fase kirchnerista no tiene disponible tanta variedad de sentidos hasta llegar a representar en un mismo espacio , sentidos opuestos. YPF no puede privatizarce, la AUH no puede anularse, las jubilaciones no pueden retroceder, ni FPT puede desarmarse, pero tampoco y fundamentalmente , la afectación de intereses corporativos puede cesar.

Afectar intereses corporativos no constituye un "estilo de gobierno", es un fundamento de gestión, básico. elemental, irrenunciable que además está en la base del éxito electoral del kirchnerismo desde mayo de 2003.

Se es fiel a la agenda de la confrontación  y afectación de intereses minoritarios, se ganan las elecciones, se practica el consensualismo extremo y se asume como propia de la agenda opositora, se pierde sin atenuantes.

Octubre de 2013, Buenos Aires es la prueba sin apelaciones. El kirchnerismo tiene estrictas reglas de formación y funcionamiento, si las desvirtúa queriendo aparecer como lo que nunca fue, será ampliamente derrotado. Sin identidad , ni atenuantes. Una derrota global.

Finalmente, insistimos en que el país ha trastocado drásticamente su estructura social tras la crisis del año 2001 y ya no volvió a restaurarla ni es posible tal tarea. No hay capacidad de representación nacional para el viejo peronismo no kirchnerista, que al igual que la UCR son hoy en la práctica una federación de partidos distritales ya sin otro plexo vertebrador que no sea el que ofrecen imaginariamente las editoriales de los medios opositores al darles entidad y volumen nacional. 

El valor de la UCR y el peronismo no K, viejos dispositivos de representación de una sociedad que ha mutado es , en parte, la capacidad de sus retazos en generar alianzas territoriales con las formaciones políticas de despliegue nacional surgidas en la post crsis: El PRO, el FPV y aún en estado incipiente el FR.

En efecto, tras la crisis del año 2001 surgen dos fuerzas nuevas electoralmente exitosas hoy de representación nacional , que se consolidaron como fuerzas en espejo:
  1. El FPV , construído básicamente en el ejercicio muy eficiente  del gobierno nacional, eficiencia de gestión reconocida en todas y cada una de las elecciones desde el año 2003 y 
  2. El PRO , inicialmente enclavado en la gestión exitosa de la CABA y ocupando hoy ya el lugar de oposición nacional que se muestra vigorosa en su despliegue extra muros.  
La suerte del FR es incierta y muy compleja. En este sistema de representación no parece haber espacio nacional para la experiencia que encabeza Sergio Massa , cuyas trabas en su despliegue nacional no pueden ser resueltas solamente a fuerza de retazos de peronismo no K, y UCR, márketing político "renovador", encuestas favorables y comunicación fluída (atributos que el FR tiene de sobra) sino que no parece ser productivo el lugar de tercera fuerza en este esquema de representación post crisis, tras tres períodos de gobierno kirchnerista que tanta afectación de intereses enfrentó y promovió con su práctica estatal

No se observan aún con nitidez qué espacios sociales pueden articularse de manera estable y permanente con esta tercera experiencia de representación que intenta ser nacional. Su perspectiva está abierta , veremos si el FR logra constituirse como tercera fuerza  competitiva. 

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