sanata y fe: apenas llegamos, los 28 diputados peronistas se convirtieron en 13 bloques. hoy creo que son 17.

Junto a Córdoba y la CABA , Santa Fe es uno de los tres grandes distritos cuyo panorama electoral es hoy muy complejo para bel oficilismo y representan sumados el 26% del padrón, más que todo el conurbano bonaerense. 

La boleta más votada en la elecciones de octubre de 2013 fue la de María Eugenia Bielsa, la ex gobernadora que al año de asumir renunciara a su banca en un gesto cuya interpretación dejamos en manos de un equipo multidisciplinario del que no disponemos. Leemos su pensamiento acerca de la coyuntura y perspectivas de cara a 2015 en la Nación y en la Bota.

 

María Eugenia Bielsa: “Es el momento de consolidar las transformaciones de este modelo" 

El año que el peronismo perdió la provincia de Santa Fe en manos de socialismo, después de 24 años de poder, un Bielsa – Rafael – encabezaba la lista del Frente para la Victoria. Pese a haber sacado un suculento 42 por ciento de los votos, el ex canciller perdió contra Hermes Binner. El socialista recibió la banda de manos de Jorge Obeid, que había gobernándolos últimos cuatro años junto a otro miembro de la familia Bielsa: María Eugenia, la menor de los tres célebre hermanos rosarinos (cuya lista completa el DT, Marcelo).

Desde entonces, el justicialismo provincial, donde convivían varias líneas internas, se partió en mil pedazos. Se presentó dividido en todas las elecciones siguientes y perdió en las urnas, en casi todas las oportunidades. La excepción fue el año 2011. Aunque el peronismo cayó nuevamente en las elecciones a gobernador y en las listas nacionales, la boleta más votada a nivel provincial fue la del Frente Santa Fe para Todos. La encabezaba María Eugenia Bielsa, con quien entraron a la Legislatura provincial otros 27 diputados. Un año después de aquel triunfo, la ex vicegobernadora renunció sorpresivamente a su banca, en un nuevo estallido de la interna peronista.

Con la mirada puesta en 2015, el PJ santafesino piensa ahora en juntar las piezas dispersas y reorganizarse. En ese posible armado, Bielsa es una pieza fundamental: suena como posible candidata a gobernadora, tiene – según las encuestas – la imagen más alta del peronismo, y es, tal vez, quien podría representar la unidad perdida.

“Eso de la unidad me parece una idea un poco antigua. En el imaginario colectivo, ¿qué significa? Que la unidad hace la fuerza. Yo creo que la fuerza la hacen las convicciones y espero que la unidad tenga que ver con que podamos construir un sistema de acuerdos que definan un programa de gobierno”, le dice la ex vicegobernadora a Lera P desde su casa de Rosario, donde reparte su tiempo entre su trabajo como arquitecta, docente y militante política, con el sello inconfundible del apellido en la construcción de cada frase.

-¿Esas divisiones internas del peronismo son las que le hicieron perder la provincia?

-La sociedad cada tanto cambia su talante. Y después de 24 años del PJ, con distintas versiones, eligió una alternativa diferente. En algún momento no enamoramos. Pero a mí me parece que lo que sucedió en nuestro partido, que no se diferencia tanto en eso de otros espacios, es que se privilegió lo individual sobre lo colectivo, los intereses corporativos por sobre los de la comunidad. Y los resultados son esos. Cuando la política se convierte en una carrera que tiene metas, objetivos, y no en una vocación, sucede esto.

-¿El PJ santafesino está trabajando para lograr la unidad?

-El presidente del partido (José Luis Freyre) tiene la decisión de convocar a distintos sectores.  Nosotros tenemos una vocación absoluta de diálogo con todos los sectores. No para una unidad a como dé lugar, sino para consensuar convicciones más profundas, adecuar las diferencias.

-¿Eso incluye a todos los sectores como el de Carlos Reutemann, Agustín Rossi, Alejandro Ramos?

-Sí, absolutamente. Y a otros más porque también hay sectores que no pertenecen el PJ, tanto en Santa Fe como a nivel nacional, que se sintieron convocados por el proyecto del kirchnerismo.

-¿Cómo van a hacer para unificar el PJ de Santa Fe si cada uno tiene un referente nacional diferente para 2015?Reutemann apoya a Sergio Massa, vos estás con Julián Domínguez…

-He tenido pocas oportunidades de hablar con Reutemann, creo que lo vi solo dos veces.

 -¿En cuánto tiempo?

-En mi vida. Pero no porque haya un problema sino porque las situaciones no nos encontraron. Pero sigo sus declaraciones y, efectivamente, él se fotografió con Massa, pero después dijo que va hacer todo lo que esté a su alcance para reunir al peronismo de Santa Fe. Yo creo que las identificaciones nacionales no tienen que impactar en la provincia. Tengo compañeros con los que tengo enorme afinidad y con los que a lo mejor no compartimos la mirada sobre lo nacional. Lo que hemos decidido es que,a todo aquel candidato que quiera aspirar a un cargo nacional, que pertenezca al espacio, lo vamos a acompañar cuando venga a la provincia.

-La gente de Massa también dice que habló con usted.

-Nunca hablé con Massa ni con nadie de su espacio. Hubo llamados de parte de ellos pero yo no me reuní. Sí tengo afinidad con el Grupo San Martín, donde está Julián, porque me parece que ahí pasan cosas diferentes. Circula un debate que tiene que ver con reequilibrio territorial, hablamos con académicos, el gremialismo, militantes, ciudadanos. Me entusiasma la manera de armar la convocatoria, de trabajar horizontalmente. Está la idea de trabajar de abajo para arriba, desde la gente hacia los dirigentes, me siento muy cómoda, identificada. Eso no quita que si viene un compañero a la provincia, como sucedió con (Sergio) Urribarri, lo acompañemos.

-¿Va a esperar a ver cuál es la señal de Cristina sobre quién debe ser el candidato?

-A Cristina ya no le podemos pedir nada más, hay que acompañarla, ayudarla. Me parece prematura toda esta danza de candidatos. Más que candidatos,  hay que construir espacios. Tenemos que aportarle a la Presidenta y al proyecto político una idea de continuidad en la transformación. Hay que solidificar las transformaciones.

-¿Va a ser candidata a gobernadora?

-Creo que hay que ser un dispositivo en un proyecto colectivo. No es un objetivo ni deja de serlo. Si en algún momento las cosas no son a como dé lugar, si hay acuerdos, si armamos un proyecto que recupere un sistema de valores, puede ser.

-Usted renunció a su banca en 2012 con críticas a Rossi. ¿Hay posibilidades de lograr un acuerdo después de eso?

-Puedo hablar con Rossi perfectamente, no estoy peleada. Simplemente dije lo que sigo pensando: que cuando el acuerdo político inhabilita a la política, la política se convierte en estéril. Eso es lo que pasó en Diputados bajo la conducción del actual presidente. La crítica es política, no personal. Nosotros nos habíamos comprometido en la campaña a una serie de leyes que iban a mejorar la vida de la gente, porque distribuían los recursos de los lugares más concentrados a los menosy,hasta el día de hoy, no salió ninguna. Pero todas las leyes que necesitó el socialismo, se votaron con agilidad. Yo entiendo los arreglos de gobernabilidad, son correctos, indispensables, pero el compromiso prioritario es con quien te votó.

-Rossi dice que siempre le echaron la culpa de la derrota y, sin embargo, en las últimas elecciones no compitió y sacaron el mismo porcentaje.

-No es así, pero el tema no es cuántos votos saca Rossi, sino qué puede construir el peronismo. Porque si cada uno se pusiera sus votos bajo el brazo y se fuera a su casa, no se puede hacer nada. Nosotros en 2011 tuvimos una oportunidad histórica, porque llegamos en mayoría a la Cámara, habiendo perdido el gobierno. Podíamos fijar agenda, dar quórum (siempre con voluntad de hacerlo). Pero apenas llegamos, los diputados 28 diputados se convirtieron en 13 bloques. Hoy creo que son 17.

-¿Por qué podría asegurad que eso no va a volver a pasar?

-A mí no me va a volver a pasar. Si me pasa eso, quiere decir que no estoy en condiciones de incorporar datos de la realidad.

-El año pasado se habló de que usted tuvo una pelea muy fuerte con la Presidenta, porque se negó a encabezar la lista de diputados nacionales.

-Nunca existió esa pelea. Yo todas las veces que me vi con la Presidenta las charlas han sido muy cordiales, acordando o no. Cuando decidí renunciar a la banca, en 2012, la primera persona que supo la decisión fue Cristina. Fui a llevar una carta, se la dejé a Carlos Zannini, la leyó y me dijo que la Presidenta quería hablar. Hablamos y le expliqué todo. La charla fue absolutamente respetuosa. Creo que no acordó con mi posición, pero lo respetó.

-Pero esta discusión supuestamente fue el año pasado.

-No existió. Para saber que no existió te doy un dato: una nota que contaba la supuesta pelea decía que la Presidenta estaba desarreglada, con salto de cama o jogging. ¿Vos la viste alguna vez así? Nunca veríamos a una Presidenta no coqueta, por suerte.

-¿Volvió a hablar con ella?

-En privado, después de aquella vez de la renuncia, no. Alguna vez en una videoconferencia, nada más.

-En el Gobierno hay preocupación por algunos indicadores desalentadores que aparecen, que tienen que ver fundamentalmente con la economía. ¿Cómo analizaría la situación?

-La situación no es exactamente la misma de la que venimos, tiene complejidades externas e internas. Los procesos económicos tienen estos vaivenes, pero creo que el supuesto golpe de mercado de enero fue resuelto con probidad. Me parece que hay que abrir los oídos y tratar de lograr mayores consensos pero veo a la Presidenta siempre poniéndose al frente de los problemas. Es un buen momento para que los argentinos pensemos que no estamos dispuestos a perder todo lo conseguido. Porque todo lo que tenemos no lo lograron Néstor y Cristina solos, sino que lo conseguimos todos con Néstor y Cristina. Es patrimonio colectivo. Este proyecto nos proveyó la oportunidad de sentirnos orgullosos. Me vienen a la cabeza millones de cosas: la ciencia y la técnica, el crecimiento industrial;el superávit fiscal y comercial, los puntales de la economía, que obsesionaban a Néstor.

-Eso es lo que se perdió.

-Ojalá lo recuperemos, fue muy sano. Mucho de lo que pasó valió. Negar los conflictos sería de necios pero más que nunca hay que ayudar y desear que el Gobierno pueda superarlos. Cuando yo escucho a algunos opositores, como Massa, que cree que va a venir a refundar el país, pienso que toman posiciones que tienen que ver con privilegiar su posicionamiento político por sobre el colectivo. Aunque uno sea opositor puede reconocer lo bueno.Mucho más en el caso de un opositor que fue parte de este Gobierno y seguramente se habrá sentido orgulloso de muchas de las cosas que pasaron. De todos los que propongan volver a empezar, yo no soy parte. La actitud destructiva, la descalificación permanente, enferman a la sociedad. Para conducir un proceso en el futuro no hace falta tirar por la borda todo lo que se construyó.

-¿Daniel Scioli refleja la continuidad del Gobierno?

-Habría que conocer su plan de gobierno para poder decirlo. No caben dudas de que está dentro del Frente para la Victoria. Luego habrá que ver de qué manera se refleja eso en continuidad o discontinuidad.

-¿Qué lectura hizo sobre el acto de La Cámpora?

-Me parece extraordinario que en un país la juventud se interese en la política y se comprometa.Fue un acto con consistencia, mucha gente y participación. Siempre me parece saludable. Que un programa de gobierno se enriquezca está muy ligado a las expectativas de los sectores jóvenes.

-¿Qué significó la aparición de Máximo Kirchner y cómo leyó su discurso?

-Realmente yo no entendí que hubiera querido instalar el tema de la re-reelección. Cuando el domingo leí esos análisis, me parecieron forzados. Quiso remarcar que Cristina sigue siendo la referente del espacio, nada más. Respecto de Máximo, durante años se lo denostó, se dijo que no podía hablar en público, que estaba interesado en cosas de adolescente. La verdad es que haberse parado frente a 40 mil personas merece que más de uno ahora diga que hablaban de alguien a quien no conocían. Yo pensaba en cuántos agravios recibió estos diez años. Ahora Máximo demostró quién es, ya no hay que seguir imaginando nada más, es el que vimos en el acto. Habrá entendido que éste era el momento de hablar.