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| La bestia trepadora |
Nuevas alternativas de financiamiento que no sea ajustar sobre salarios de los trabajadores, limitando el consumo popular motor - no de la inflación como le chamuya Blejer- , sino del crecimiento y entonces atacando los fundamentals del actual modelo Nac&Pop están siempre disponibles.
Solo hay que ir a buscarlas e ir por los que más tienen y asumir el conflicto que esto supone, claro.
Solo hay que ir a buscarlas e ir por los que más tienen y asumir el conflicto que esto supone, claro.
Scioli: ¿La renta agraria o los trabajadores docentes?
Escribe: Gustavo Romans
- El 10 de mayo de 2012, atrincherado en una columna del acceso a la Legislatura Bonaerense, el Presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, gritó amenazante “Esto va a ser peor que la (Resolución) 125!”.
El 10 de mayo de 2012, atrincherado en una columna del acceso a la Legislatura Bonaerense, el Presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, escoltado por patovicas de la UATRE gritó amenazante “Esto va a ser peor que la (Resolución) 125!” y llamó a escrachar a legisladores que votaran positivamente la actualización del gravamen del Impuesto Inmobiliario Rural. Días más tarde, en una entrevista en Página 12 leí al prestigioso tributarista cordobés y miembro del Plan Fénix, Salvador Treber. En el reportaje se refería a la difícil tarea de hacer que el sector agrario no sea uno de los más evasores de la economía. Aseguraba que los dueños de la tierra poseían variadas herramientas para distorsionar la estructura tributaria en su beneficio desde hacía más de 70 años.
Recordó un dato escalofriante: “A fines del 73, el Impuesto a las Ganancias sustituyó como base imponible la ¨renta real de la tierra¨ por la renta ¨normal potencial¨. Para eso un equipo coordinado por dos ingenieros agrónomos del INTA comenzó a elaborar un nuevo catastro y, entre el 74 y el 75 avanzaron en Buenos Aires y Santa Fe. La tarea se vio interrumpida con el golpe de Estado. Una de las primeras medidas del ministro de Economía de facto, Martínez de Hoz, fue incinerar todo ese trabajo. Los especialistas figuran desde ese momento entre los desaparecidos”.
Hoy, un buen campo de 100 hectáreas, ubicado en la zona más productiva del país (Pampa Húmeda del triángulo Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba), cuyo valor de mercado real es de casi 10 millones y medio de pesos, paga (promedio), de Inmobiliario Rural once mil pesos dividido en tres pagos. Es decir, el 0,105% de su valor. ARBA recauda alrededor de mil ochocientos millones anuales por este concepto, representando apenas el 2,8% de los ingresos de recursos de origen provincial. ¿Por qué?
En el 2012, cuando Scioli parecía luchar contra los grandes terratenientes de la Provincia, firmó el decreto 442/2012, que en la práctica no produjo una recaudación mucho más sustancial que la que se venía realizando hasta entonces. La realidad es que se tomó un valor de mercado muy bajo, casi promedio por zonas, de esa cifra solo se calculó un 50% y de allí una alícuota del 0,05% con exenciones de acuerdo a mejoras, y zonas con problemas.
Un 35% de aumento, en un pago a los docentes, significaría invertir ocho mil millones extra a los cincuenta y tres mil que ya se destinan a la Dirección General de Cultura y Educación. Si en el Inmobiliario Rural, la Provincia aplicara un 0,5%, en lugar de un 0,105% de alícuota sobre el valor real de mercado, la recaudación se multiplicaría y habría ocho mil quinientos millones para atender el reclamo justo que plantean los trabajadores de la educación. Pero no solo no hay voluntad política para avanzar en beneficio de los trabajadores cobrando mayores tributos a los que más tienen, sino que, en el Presupuesto 2014 se pospuso un aumento del 18% del Inmobiliario Rural. Más beneficios para los que más tienen y lejos de los maestros y trabajadores de la Provincia.
El conflicto por el salario docente, se trata de lo mismo que se tratan todas las disputas económicas en la historia de nuestro país. La voracidad de los minoritarios sectores agrarios, empresarios y agroexportadores (en complicidad con cierta clase política y los medios de comunicación hegemónicos), contra millones de trabajadores que luchan por un salario digno.
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