6/06/2013

desempleo juvenil: doble y triple "ni"

( En base a datos y textos de Jorge Paz, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -Conicet- y Director del Instituto de Estudios laborales y del Desarrollo Económico -IELDE-)

El desempleo juvenil en el planeta ha llegado a límites insospechados, afectando hoy a más del 50% de la población de jóvenes en algunos países desarrollados tras la crisis neoliberal  en especial en periferia de la eurozona.
Pero, ¿qué aspectos del problema preocupan más? ¿Es el tema de discusión más importante para la juventud hoy?

Hay muchas buenas respuestas a estas preguntas. Es innegable que la primera experiencia en el mercado de trabajo marca la trayectoria laboral de la persona a lo largo de su vida; es una de las facetas del scarring effect

Además, el desempleo juvenil (18-24 años) en algunos países más que quintuplica el desempleo adulto (30-59) por lo que impacta en el desempleo general y, por lo tanto, en la sensación térmica de la economía. 

Por último (aunque hay muchas más), hay jóvenes que ya abandonaron el estudio y encuentran serios problemas de inserción, y otros que se retiraron de la búsqueda por desaliento y que no estudian, no trabajan y no buscan: la generación “triple ni”.

El desempleo juvenil en el mundo y la Argentina

Según los últimos datos de Eurostat, el desempleo juvenil en Grecia y España superó ampliamente la barrera del 50%. En el conjunto de la Unión Europea, casi 6 millones de jóvenes buscaban empleo en febrero de 2013.

La Organización Internacional del Trabajo estima que cerca de 75 millones de jóvenes están desempleados en el mundo (lo que equivale a un incremento de más de 4 millones desde 2007) los jóvenes tienen tres veces mayores probabilidades de estar desempleados que los adultos.

La OIT adicionalmente ha advertido sobre el riesgo de una generación de trabajadores jóvenes “marcada” por una mezcla peligrosa de alto desempleo, creciente inactividad y trabajo precario en los países desarrollados, y de un aumento de trabajadores pobres en el mundo en desarrollo, y prevé que en 2016 la tasa de desocupación juvenil se mantendrá igualmente elevada.

En la Argentina, como en todo el continente , esa tasa actualmente duplica la de desempleo promedio y cudruplica a la de los adultos y se aprecia inelasticidad en este ratio desde el año 2008 a la fecha, a pesar de la reducción generalizada que ha tenido lugar en los últimos años (ver Gráfico) donde el desempleo general pasó de 24% en el año 2003 al 7,9% en el último semestre del año 2012 y el juvenil específicamente pasó en igual lapso del 32% al 15,7%. 

La disparidad regional del desempleo juvenil es muy marcada. Mientras que hay ciudades con una tasa superior al 30%, como Mar del Plata y Paraná, se encuentran otras con niveles menores al 7%, como Río Gallegos y San Luis.

En suma, en los centros urbanos más poblados de la Argentina hay alrededor de 300 mil jóvenes desempleados, sigue observándose una brecha ostensible entre el desempleo juvenil y el adulto y, cabe agregar, el desempleo juvenil dejó de disminuir en el año 2008, aumentando levemente su nivel entre los años 2011 y 2012.

Desempleo e inserción educativa: una clasificación

Al tratar la problemática de los jóvenes y ordenar su situación según la gravedad del caso , debe incorporarse la inserción en el sistema educativo como indicador fundamental.

No es caprichosa la incorporación. Sucede que la educación y la capacitación son esenciales para la vida adulta en general y para aumentar la empleabilidad y probabilidad de incorporarse al mercado laboral con más facilidad y fundamentalmente mejores salarios.

Combinando información educativa y laboral se pueden determinar cinco tipos de jóvenes que interesan particularmente a la política pública:


  1. los que están actualmente invirtiendo en capital humano como actividad única y excluyente, 
  2. los que combinan educación con trabajo, 
  3. los que abandonaron el sistema educativo y sólo trabajan, 
  4. los que abandonaron el sistema educativo y buscan (los "doble ni"), 
  5. los que no estudian, ni trabajan, ni buscan trabajo (los "triple ni"). (*)

Los grupos 1,2 y 3 están, como sea, incluidos en el sistema social; el problema más grave socioambientalmente lo constituyen los dos últimos, 4 y 5 : los doble y triple ni.

Alrededor del 77% de los jóvenes argentinos se encuentra actualmente en alguno de los tres primeros grupos, con lo cual el 23% restante se encontraría o bien con un genuino problema de inserción laboral (doble ni) (7%) o en la condición de " triple ni" (16%).

Si bien durante la última década hubo mejoras ostensibles en la situación social y laboral general de los jóvenes en la Argentina, observemos que el desempleo juvenil descendió a la mitad en la última década, se aprecia que en la primera mitad del período el porcentaje de "triple ni" había aumentado y en la segunda se amesetó en el  16%.

En suma, 1 de cada 4 jóvenes en la Argentina tiene hoy algún problema de exclusión combinando su situación educativa y laboral.

Este es por magnitud y considerando el grupo social que afecta, el fenómeno socio ambiental de mayores y más graves consecuencias una vez garantizada la seguridad alimentaria del hogar vía AUH, central para las futuras agendas de gestión de gobiernos nacional, provinciales y municipales.

(*) Consideramos el trabajo en el hogar como modalidad de trabajo.

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