5/22/2013

sobre el financiamiento bonaerense



En la provincia de Buenos Aires el impuesto Automotor y el Inmobiliario Rural representan el 12% del total (6% cada uno), mientras que Sellos lo hace un 8,3% e Ingresos Brutos, impuesto que se vuelca a los precios, representa el 74% del total. Una estructura tributaria regresiva si las hay.

Esta renuncia del Estado provincial a recaudar sobre los sectores privilegiados se incrementó desde 1983 y con Scioli empeoró como nunca antes esa matriz en un distrito con mucho peso de sectores agropecuarios con importantes rentabilidades, más aún en los últimos años de show de la soja. 
Pero no solo empeoró su relación respecto de la recaudación en su conjunto, sino que el Inmobiliario Rural recaudó menos que el Inmobiliario general, a punto de que una casa de 125 metros cubiertos en un terreno de 800 m2 aún hoy paga lo mismo que un campo de 1.000 hectáreas sembrado de soja, apenas unos $450 mensuales.

Es así que, si en 1983 el impuesto Inmobiliario representaba el 36%, a mediados de la década cayó al 28%; en los 90 promedió en el 17%. Cuando Scioli empezó su mandato en 2007 estaba alrededor del 10%, y los últimos datos consolidados del 2011 muestran que es del 6%.

El Inmobiliario Rural, que grava las propiedades del campo, fue perdiendo peso con el paso de los años. Hasta la reciente reforma, se pagaba impuesto por terrenos valuados entre el 10% y el 25% del valor de mercado. Con valuaciones más reales,señala el economista Jorge Gaggero, desde la recuperación de la democracia el Estado provincial hubiera cobrado alrededor de $60 mil millones. Para tener dimensión de esa cifra: entre 2003 y 2011, Buenos Aires recibió por coparticipación $ 105 mil millones.

El cuadro de apertura  muestra cómo involucionó la progresividad en la recaudación de Buenos Aires. Los colores rojo y violeta dan cuenta de los impuestos Inmobiliario y el Automotor, considerados como los más justos. Verde y azul se utilizaron para Ingresos Brutos y Sellos.

En esta dirección leemos en Entrelíneas Revista de Política Económica una publicacióndel Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación (CIEPYC)

El déficit permanente de la Provincia de Buenos Aires es un severo problema para los
aspectos más básicos de funcionamiento que debe proveer el nivel estadual de gobierno.

El problema es de vieja data y se ha ido agravando, principalmente por la carencia de medidas de fondo, incluso algunas que eran más viables en el pasado que hoy.

Plantear la discusión en términos de “aumentar la coparticipación para la Provincia” niega doblemente: la complejidad del problema y la imposibilidad fáctica de discutir qué jurisdicción perderá para que BuenosAires gane.

Entretanto, también es inútil continuar agravando el perfil del endeudamiento de la
Provincia, donde las deudas en pesos a bajas tasas con el Estado Nacional, se han sido reemplazando por deudas con acreedores privados y/o del exterior, en moneda extranjera, a tasas más altas.

También es contrario a la calidad de los servicios que se prestan el endeudamiento forzado o “voluntario por descarte” con los proveedores provinciales.

Las últimas reformas en materia de tributación que ha encaminado la Provincia no tienen relevancia en cuanto a monto, ni mucho menos para transformar la regresividad de los impuestos que caracterizan el componente más importante de la recaudación provincial.

Algunas de las herramientas de su propia política tributaria a la que la Provincia ha echado mano en los últimos dos años estaban igual de disponibles (o más aún ya que el contexto general era mucho más favorable) hace diez, siete o cinco años.

Por su parte, las características del gasto lo hacen absolutamente imposible de reducir sin resentir intolerablemente los bienes, servicios e infraestructura que debe proveer el Estado Provincial.

Este panorama está muy lejano de resolverse con planteos unidireccionales, simples.

Asoma necesaria una fuerte reformulación de los servicios, responsabilidades, obras que asume cada nivel jurisdiccional (incluyendo a los municipios) y en ese marco volver a discutir cómo distribuir los ingresos totales.

Por otra parte, descartada una nueva forma de distribución secundaria de la coparticipación federal para los impuestos actuales, cabría explorar nuevos tributos y/o tasas diferenciales para alguno existente y ese nuevo producido sujetarlo a un criterio renovado de distribución entre las jurisdicciones.

PD: El que requiera la publicación completa la pide en los comentarios dejando mail y la enviamos. De nada

6 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Artemio, la estructura recaudatoria es injusta y la de subsidios ,como se viene señalando en forma reiterada
reafirma esa condicion de injusticia
veamos educación

http://poesiayramosgenerales.blogspot.com.ar/2013/05/kirchnerismo-y-educacionuna-mirada.html

Unknown dijo...

Robin Hood in reverse le cantan los Bad Religion en su último disco...

Alejandro María Cardoso dijo...

Para el envío del estudio completo, mi correo es alejandrocardoso@yahoo.com. Gracias

Muad 'Dib dijo...

Hola Artemio,
me gustaría tener la publicacion completa.
mi correo es m3b-muadib@hotmail.com.
saludos,

Unknown dijo...

Pido lo mismo: brenonuneschas@yahoo.com.ar

Saludos

Maru dijo...

En años anteriores un gran economista que es Jacobo Gordon fue un importante asesesor de arios grupos inversores inmobiliarios logrando resultados excelentes en España