3/31/2013

en ramble no creemos en vos, sabélo.






–Funcionarios y dirigentes kirchneristas volvieron a cuestionarlo esta semana y a pedirle que se alinee con el proyecto. ¿Se siente presionado?

–Yo corría a 250 km por hora arriba de olas de dos metros, así que imaginate a las presiones que me he expuesto en mi vida. Es como que, cuantas más situaciones difíciles se presentan en el camino, tengo más serenidad, tranquilidad y confianza. No pierdo de vista nunca las prioridades, que por estos días son encauzar la normalización del ciclo lectivo.


–¿Usted siente que lo acorralan para que rompa?

–Hoy leía una columna de un periodista, que dicen que es muy particular porque vive en Pinamar y no habla con los protagonistas a los que dedica sus análisis, y él decía: "Hace nueve años y medio que es inminente la ruptura entre Scioli y el kirchnerismo…” (Se ríe). Me pareció interesante como síntesis.


–¿Hoy el diálogo con la Nación está cortado?

–Cada gobernador tiene sus responsabilidades. No soy de andar poniendo excusas, sino que encaré cambios muy profundos y pude alcanzar un acuerdo con gran parte de los gremios y una propuesta del 22,6% de aumento. Algunos pensaban que no íbamos a poder llegar a esta propuesta y ahora que llegamos les molesta. Pensaban que iba a saltar todo por el aire, que no íbamos a poder, entonces empiezan a embromar de alguna manera.


–¿No siente entonces que sea el peor momento de su relación con Cristina?

–En este momento veo una brecha que a veces se agranda más entre algunos fanáticos que buscan sobreactuar en todo momento, agradar de cualquier manera, no me refiero a nadie en particular, y después las decisiones las va tomando ella. Hay casos emblemáticos como lo de (Jorge) Bergoglio. Cuando yo me reunía con él me cuestionaban y decían que me reunía con el "líder de la oposición" y ahora van todos, rescatan sus valores y su compromiso social. Yo no soy hipócrita y no voy buscando cambiar de opinión para agradar más o menos a la presidenta sino que mantengo una coherencia. Cuando inauguré la planta de residuos con el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, estaban todos: "Uy, mirá, se sacó una foto, inauguró una planta, uh". El otro día se inauguró el subte y estaba un ministro nacional compartiendo con él la inauguración. Dicen que yo hablo con la oposición y en la delegación a Roma, ¿quién estaba? Ricardo Alfonsín, que fue el candidato a presidente de (Francisco) De Narváez. No hay que ver la foto, sino la película, y la película es muy clara y ya tiene diez años.


–O sea que usted se siente respaldado por la presidenta...

–Yo siento que la presidenta y el gobierno nacional vienen desarrollando políticas que a la provincia la han hecho crecer a lo largo de estos años, como la reindustrialización, la sustitución de importaciones, las inversiones directas en los municipios que yo siempre aliento y facilito. Yo le digo a los intendentes: traten de lograr la mayor cantidad de obras para su gente. No ando con susceptibilidades, mezquindades y esas miserias políticas que terminan perjudicando a la gente.


–Usted dice que la presidenta ayuda a la provincia, pero este año el pedido de auxilio financiero no llegó.

–Está bien, pero yo no puedo evaluar o sintetizar la ayuda sólo en términos económicos. Cuando se pudo, se pudo. Sabemos que hay exigencias fiscales mayores a nivel nacional, entonces los gobiernos provinciales fuimos readecuando nuestra estructura impositiva. La Nación tiene otros mecanismos: tiene el cambio de la carta orgánica del Banco Central, tiene la posibilidad de emitir. Las provincias tenemos que financiarnos con impuestos y llevar adelante muchas inversiones con financiamiento, no el pago de salarios. Los salarios los pagamos con recaudación genuina: esto lo digo por tantas pavadas que se dicen. Esta es la brecha que yo veo muchas veces: la presidenta habla de tolerancia, de diálogo, y algunos siguen buscando con una declaración u otra… Te puedo asegurar que se requiere más fortaleza y firmeza para no responder, a pesar del instinto humano y natural que uno podría tener.


–El año pasado hubo un momento de crisis económica y política por el aguinaldo. ¿Pensó en renunciar en ese momento? ¿Lo pensó en algún momento?

–Mi vida personal y política es testimonio de compromiso. No puedo ni siquiera responder a una pregunta así porque he demostrado que a lo largo de todos estos años he sentido el deber y la responsabilidad de honrar cada una de los trabajos que la gente me ha confiado. No puedo andar respondiendo semejantes elucubraciones y expresiones de algunos.


–¿Volvería a ser candidato testimonial como en 2009?

–En ese momento hubo circunstancias muy particulares en las que el ex presidente Néstor Kirchner pensó y planificó una estrategia electoral para defender el proyecto. Estábamos todos: mi vicegobernador Alberto Balestrini; el jefe de Gabinete, Sergio Massa, 45 intendentes, Néstor y yo. 

Esto no tuvo el acompañamiento ni el resultado de triunfo esperado y, por lo tanto, la que conduce es la presidenta, y ella tendrá definiciones con respecto a esto, de qué manera legisladores que estén comprometidos a nivel nacional y provincial llevarán adelante el desafío electoral. Nosotros tenemos responsabilidades que la Constitución nos marca hasta 2015, tanto ella como yo.

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