2/09/2013

la división de la cgt no representó nada






Sobre los alcances de la fragmentación de la CGT que se suponía explosivo en términos de representación del conflicto , leemos un análisis para Analytica de Julio Burdman.


Acercamiento de las CGT: Es relevante? 

En 2012, como consecuencia del enfrentamiento entre Hugo Moyano y la Presidenta, se fracturó la conducción de la CGT, quedando de un lado el sector más opositor, liderado por Hugo Moyano y Gerónimo Venegas. Ello, sumado a la fractura de la CTA y la existencia previa de la corriente liderada por Luis Barrionuevo, daban la foto de un sindicalismo más fragmentado.

Actualmente, y con vistas a las negociaciones salariales del año que comienza, se está hablando de una posible reunificación de las dos conducciones. En rigor, sería una suerte de regularización jurídica, ya que ni Hugo Moyano ni Antonio Caló tienen pergaminos muy estables: el camionero se hizo ungir como secretario general de una CGT "paralela" e inexistente, y Caló, si bien cuenta con mejores credenciales desde el punto de vista legal, fue elegido en el marco de un congreso que no fue reconocido por una importante cantidad de gremios. Lo de las "dos (o tres) CGTs" es una declaración política sin status legal. La reunificación, entonces, sería juntarse para repetir la elección fallida de 2012.

Pero si hoy hablamos de posible reunificación, es porque esa declaración política tampoco llegó a ser significativa. Si bien la CGT-Moyano tuvo algunas expresiones de diferenciación, sobre todo en ocasión de los dos paros ya convocados junto a la CTA-Micheli y agrupaciones de izquierda, no llegó a construir una agenda propia que justifique el quiebre.

Su desempeño consistió en una retórica más encendida que la de los "dialoguistas" en temas como el mínimo no imponible de ganancias o la ley de ART. Pero la diferencia no ha pasado de la retórica: ambos temas, así como las pretensiones salariales para este año, son compartidos por todos los sectores del gremialismo organizado. Tampoco, más allá de la relación con la Presidenta, se produjeron alineamientos partidarios en los fragmentos, o supuestos fragmentos, cegetistas: ambos sectores se mueven dentro del amplio universo del peronismo y no piensan correrse de él.

Por todo lo anterior, cabe preguntarse si la división de la conducción sindical fue un acontecimiento relevante. En términos de agendas programáticas y negociaciones laborales, no representó nada. Y tampoco lo hizo en el mapa político-partidario. Por eso, tampoco es tan relevante esta posible reunificación. Que, en todo caso, abona un elemento más a favor de nuestra hipótesis de base: que el proceso político argentino seguirá vinculado al predominio del peronismo.

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