Leemos en Analytica una mirada sobre la evolución del gasto y la situación fiscal del año 2013 considerando la circunstancia electoral estratégica que enfrenta el oficialismo y debiera también enfrentar la opo, si existiera, claro:
A principios de diciembre señalábamos (ver “Sin desborde”, Analytico #196)que
el gobierno mantiene cierta coherencia en los trazos gruesos de la
administración fiscal. No hubo un “festival de emisión” para financiar
gasto desbordado, aunque sí se observa una importante y creciente suba
en la necesidad de asistencia financiera del BCRA al Tesoro.
Los datos de noviembre pasado no cambian nuestra visión respecto de
lógica fiscal que está aplicando. Los números fríos muestran un gasto
acelerándose fuertemente, de un promedio de +23,8% i.a. en el
cuatrimestre julio-octubre a +34% de noviembre. Sin embargo, el
incremento esconde un importante efecto de base de comparación. Luego de
las elecciones presidenciales de octubre de 2011, el gobierno frenó las
erogaciones (-9,3% mensual en noviembre), lo que distorsiona la base
sobre la que se calcula el incremento de este año. De hecho, el gasto
primario de noviembre pasado fue más bajo que el de octubre ($ 48.590 M
versus $ 49.535 M).
De esta forma, en los primeros once meses de 2012 se acumuló un
superávit primario de $ 6.700 M, alrededor de la mitad del ahorro
generado en igual período del año anterior y un déficit financiero de $
22.400 M que duplica al de 2011.
Diciembre fue un mes con una fuerte estacionalidad del gasto por el
pago del medio aguinaldo. Según nuestras estimaciones, el rojo del mes
pasado podría haber sido bastante mayor que el de diciembre de 2011
(-$8.100 M de déficit primario y –$22.300 M de déficit financiero).
De esta forma, el resultado primario del año sería ligeramente
negativo y el déficit financiero se ubicaría en torno de los $55.000 M.
Visto en perspectiva es lógico que el gobierno incremente su déficit en
un año de fuerte desaceleración de la actividad económica. Es una mayor
inyección de recursos para la economía.
El talón de Aquiles de esta dinámica es el financiamiento monetario
de los déficit. La aceleración de la emisión contribuye a convalidar los
elevados niveles de inflación actuales y dificulta cualquier estrategia
consistente de reducción de la nominalidad de la economía.
La duda para 2013 es hasta qué punto va a pisar el acelerador fiscal
el gobierno. En un año político clave aumentar el ritmo de crecimiento
del gasto mucho más allá del de los ingresos (que estimamos en +30%i.a.)
implicaría estresar demasiado el equilibrio monetario.
2 comentarios:
Estimado Artemio,sin conocer demasiado de los numeros fiscales, entiendo que no puede dejarse de lado que en el 2012 de cumplieron pagos externos por la friolera de 11.000 millones de dls ,en el año en curso ,si los buitres no meten el pico ,las obligaciones externas son considerablemente menores
Coincidiendo con Analytica, el post publicado por Cookie Monster el 17 enero pasado => click ACÁ
Saludos
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