6/16/2012

audiencias redundantes: medios, cacerolas y campo





De las tendencias dominantes para analizar el devenir del tablero político frente a las elecciones del año 2013 –en las que el FPV renueva 29% de votos nacionales con perspectivas ciertas de mejorar notablemente su posición parlamentaria actual ya dominante–, una de las más habituales resulta la basada en especulaciones opositoras respecto de la reiteración del escenario que acompañó a la última elección de medio mandato, el 28 de junio de 2009.

El clima de cacerolazos y paros camperos con cobertura mediática prolífica tiende a ritualizar, reiterando aquel viejo escenario del año 2009.

Sin embargo, este intento de ritualización y reiteración compulsiva de la siempre fluida realidad social en busca de deterioro electoral del oficialismo deja de lado los notables cambios en la actual coyuntura socioeconómica y su proyección electoral respecto de la configurada en aquél 28J .

Pues bien, la modificación central de orden cualitativo es que ha desaparecido del centro de la escena el que fue el gran articulador de la estructura del 28J: El “sujeto agromediático”. Sujeto de cuyo volumen y unidad surgió la categoría comunicacional estratégica, que finalmente ordenó el campo semántico y constituyó sentido en todos los discursos escritos y televisivos sobre el conflicto, interpelando exitosamente a una amplia fracción de la opinión pública : nos referimos a la categoría “el campo”.

Desde el conflicto abierto por la Resolución 125 y las notables dificultades del oficialismo en su administración y resolución, la intervención de los medios de difusión fue decisiva para dar visibilidad y volumen político a un nuevo sujeto social y sus referentes corporativos más empinados, que a posteriori desequilibraron también el tablero electoral.

El impacto de esta novedad resultó profundo, al tal punto que en su mayoría las alternativas opositoras estructuradas el 28J llevaron en sus listas a emergentes del movimiento agromediático, llegando a sumar 13 diputados provenientes de ese espacio, los denominados “agrodiputados”, hoy una experiencia parlamentaria desarticulada y poco productiva incluso para el sector que inicialmente decía representar.

La intervención mediática en la construcción del sujeto bajo el significante polisémico de “el campo” y el despliegue exitoso en el conflicto sostenido contra el Gobierno fue de tal magnitud que Diego Gvirtz, basado en su conocimiento teórico y práctico sobre los montajes televisivos y sus efectos, sostiene que “ese conflicto hubiera durado una semana sin el eficaz montaje y la reproducción masiva que armó el Grupo Clarín, TVR incluida (por ejemplo, ver video en http://www.youtube.com/watch?v=RjInfanR_-w) en la estrategia del multimedios, hasta nuestra ruptura con la estatización de las AFJP, donde, como PPT, tomamos partido por la medida y la relación con el grupo Clarín se hizo insostenible”.
 

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