6/17/2011

de guardia de hierro a jp lealtad: una experiencia setentista (4)

Cerramos con la cuarta y última parte de la entrevista realizada durante el mes de Noviembre del año 2010 en Mogotes , en el marco de una investigación sobre la JP Lealtad ( una fractura de la JP regionales del año 1974) por Mariana Pozzoni investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata departamento de Historia y becaria del CONICET, espero que les sea haya sido interesante y útil como testimonio de nuestra historia reciente ...

E- retomando, ¿cómo llegaste a “la Lealtad”?

AL- Esa relación con Perón que se deterioraba día a día… me acuerdo que entraba a la casa de estos chicos de (¿?) y veía fotos de Firmenich. Y decía “El Pepe”. El Pepe, y yo decía: “ Pero escucháme y… pero este es un dirigente nuestro ¿y Perón?”. “ Y no, porque…”. Y ya empezó la teoría de que Perón giraba a la derecha.

A partir de la reforma del Código, para mí eso es fundamental. Todo el tiempo buscando el regreso de Perón, bajo aquella consigna Pero Vuelve… yo todavía tenía esa imagen de la decepción cuando me enteré que de presidente no iba a ir Perón, que después la resolví con “Cámpora al gobierno…” pero a mí siempre me quedó la idea de que Perón era el que conducía.

Que el reclamo histórico de la gente la vuelta de Perón. Entonces “¿Ahora resulta que nosotros estamos enfrentados con Perón?”, digo, “¿Pero entonces?”, no entendía. Yo me encuadré de una manera, y … en un año y medio terminamos que estamos enfrentados. Peron ya era mala palabra, ya estaba jugado a la derecha, que ya hasta formaba parte….

E- Pero incluso esto fue después de Ezeiza y después…

AL- Después. Hasta Ezeiza estábamos todos…

E- … del asesinato de Rucci.

AL- El asesinato de Rucci… Más allá de las reacciones personales, Rucci era un tipo muy provocador, digamos, como personaje, muy provocador. Siempre que podía estigmatizaba a la juventud, era un tipo muy provocador. Pero una vez que se produce la muerte, hacemos un plenario en Económicas que , recuerdo, moderaba Horacio González el sociólogo Director hoy de la Biblioteca Nacional y todo el mundo decía: “Esto es la CIA”. O sea, toda la reacción de la JP Regionales fue de sorpresa y de rápidamente pensar, espontáneamente que eso no se le hubiese ocurrido a nadie dentro de la propia estructura de la Montoneros y la Juventud Peronista.

Todos creídos que era.. antes se usaba mucho decir “fue la CIA”. Bueno entonces, “Fue la CIA, fue la CIA, fue la CIA”. Y se armó un debate que repito para ponerlo más cerca de la actualidad conducía Horacio González. Que habló y no se le entendió bien lo que dijo, como siempre. Yo no le entendí bien...

E- (risas).

AL- entonces yo digo: “qué barbaridad. Fue la CIA”. Y se me acerca el responsable de Montoneros en el colegio … Le digo “¿Viste esto? Es una cosa… ¡Qué quilombo!”. Había ganado las elecciones Perón hacía dos días. “Mirá esto es un sabotaje de la CIA, saboteando el proceso popular, la asunción de Perón”. Me dice: “Mirá, esto hay que pensarlo –y las palabras me las acuerdo textuales- en el contexto de la lucha interna que se desarrolla en el Movimiento. Hay que buscar por ahí la explicación a la muerte de Rucci.”

Yo me callé la boca. No lo terminaba de entender. No me pareció ni bien ni mal. Me pareció abrumador lo que me dijo. Pensé “Evidentemente esto está planteándose en términos que a mi se me escapan , no tengo posibilidad de comprensión". Sinceramente a mí me marcó la muerte de Rucci, no por el personaje que no me simpatizaba, sino por lo que implicaba en la dinámica del proceso, hacia dónde estaba yéndose la cosa. Pensé “Bueno, vamos a ver –cada vez con mayores dudas- dónde estoy parado, para dónde está caminando todo esto”.

Sobre todo porque el clima estaba enrareciéndose y yo empezaba a tener bastante miedo. Miedo ya como un componente de la cuestión política central. Y este mismo responsable nuestro en el colegio nos llama a la oficina técnica , lo veo mal, deprimido y le digo: “¿Qué te pasa?”. “No, esto no va, salen a cazar policías a la noche, esto es un festival de la muerte, a ver quién viene con más gorras”...

Me lo dijo muy compungido esto… y no dijo más nada. Después no volvimos a hacer reuniones orgánicas y empiezo a rever las cosas , y yo por lo menos, dije: “Bueno, esto así, no va más”.

En ese momento surge la convocatoria del 1º de mayo, o sea, que esto que cuento habrá sido entre marzo y mayo de mil nueve setenta y ...

E- Cuatro.

AL- Yo voy a la plaza ya lleno de dudas. Pero todavía dentro de la JP. Llego a la plaza y bueno, había un festival. Dentro de la columna de la Regional I. Ya estaba mal yo. Mucho debate interno. Ah, yo había dicho… un anécdota: le digo a un responsablñe territorial, no me acuerdo el nombre pero era de la JTP Bancarios y de regional 1 : “Che, esto no va más. Yo no estoy entendiendo nada. Cada vez va peor esto –después de la muerte de Rucci-.

Esto no anda, no anda. Yo no estoy convencido de esto”. Me dice “No, pero no es así”. “No es así pero no hay una explicación. Nadie nos explica que está pasando acá. Todo el mundo dice ‘yo pienso una cosa’ y después viene la conducción y explica por otro lado. Así me está pasando y esto ya a mí no me gusta. No me convence, no estoy entendiendo.

Lo de Perón, qué pasa con Perón”. “No, no, no, no –me dice el responsable- vamos a ir a hablar”. Cita a la noche en un bar frente a la pizzería "Banchero" de Primera Junta, viene un responsable de Montoneros. No me olvido más, 18 años. Entro al bar con el responsable. Tres tipos de la conducción sentados en una mesa, estaban ya reunidos por otros temas, obviamente, pero caigo yo ahí , citado. “Uy! –digo- armaron una cosa orgánica”. Y el responsable dice “Traigo a un compañero de la Juventud muy valioso de la primera - como hacía documentos y todo, les interesaba - que tiene dudas y que bueno quiere comentarlas. Expresalas acá a los compañeros”.

Cuando los vi, ¡sabés lo que eran para mí! Tres, parecían tres gigantes. “No, o sea, no es que tenga dudas…”. “No, decíles, decíles” me provoca el responsable. Entonces les digo “No, mirá lo que no veo claro es dónde estamos yendo nosotros por este tipo de relacionamiento con Perón. Estamos enfrentándonos con lo que yo consideraba que era nuestra referencia política central, el liderazgo de Perón”.

Entonces, digo eso y salta uno de la Conducción y me dice “No, el pibe tiene razón. Si seguimos “montonereando” así –se lo dice al responsable- nos vamos al carajo”. Cuando dice eso yo hago así (suspira y abre las manos), pienso “Acá me vuelo a la mierda. Esto es el final porque ya ni en la orga saben donde estamos parados”.

Y bue, se viene la movilización del 1º de mayo. No me acuerdo en qué momento fue esa reunión, pero fue entre la muerte de Rucci y el primero de mayo.

E- ¿Y en qué quedó eso?

AL- Nada, quedó en la nada, a mí me dejó en un estado de perplejidad.

E- ¿Había lugar para la crítica interna?

AL- No. Estaban estas críticas aisladas. Eran episodios.

E- Los documentos esos que mencionaste, ¿vos tenés copias?

AL- No, no los tengo (risas) eran papelitos sin valor . Ya no existen, eran documentos internos. Te sigo con lo otro. Así quedé, en estado de perplejidad. No se tradujo en nada eso, en términos organizativos. Empieza toda esa discusión a media voz. Pero cuando vamos a la plaza en el ’74, ya había un grupo de Lealtad abierto. Yo no, yo estaba dudoso, yendo atrás y diciendo “¿Dónde estoy yendo?”. Pero bueno, llego a la plaza y me encuentro con el acto del 1 de mayo.

Empieza una consigna que a mí no la verdad... “No queremos carnaval, asamblea popular”. Porque el viejo, no sé que habían armado ahí los artistas. “No queremos carnaval…”. A mí no me gustaba el folcklore, a mi me gustaba más el rock y decía “Esto es una mierda, pero no es para tanto”. No entendí muy bien qué es lo que querían decir rechazando a los artistas. Yo pense “Qué manera rara de reaccionar..” se suponía que era una fiesta.

Bueno, igual no pasó nada, siguió. Y me acuerdo que antes se produce un episodio que ya dije “Uhh”. Vieron pasar a López Rega y a Isabel. Y empezaron las columnas: “Que salgan al balcón” salio López Rega y empezamos "López re López re, Lopez rega, la puta que te parió" .

Jeje… pero era toda la plaza cantando eh!, tres cuartas partes al menos. Yo pensaba “Uy, esto empieza muy muy mal”. Bueno, pasó ese episodio, medio risueño pero como una muestra de cómo venía la mano. “No queremos carnaval, y no queremos carnaval, y no queremos carnaval”. Uf! Y para Isabel también había elogios … “No rompan más las bolas , Evita hay una sola. No rompan más las bolas , Evita hay una sola”.

No estaba en contra yo de eso eh!, López Rega era efectivamente un miserable e Isabel no me gustaba, pero veía que el clima iba espesándose mucho, mucho. Empieza a hablar Perón y empieza el coro abajo : “Qué pasa, qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno popular” y del otro lado la derecha replicando " Perón, Perón!"

Y cada vez más y más gritos encontrados y Perón larga el discurso ese, que ya es un clásico, que no se dirige tanto a Montoneros con los cuales ya había roto lanzas , se dirige a la juventud peronista, al aparato territorial .

Y nos dice nada más ni menos que “imberbes” y “estúpidos que gritan" sugiriendo que éramos unos pendejos utilizados por la conducción de Montoneros y apunta los cañones sobre la cuestión de la dirigencia sindical y la burocracia, el núcleo conceptual del desencuentro definitivo entre Montoneros y Perón, además de la disputa por el poder interno del movimiento, que era inevitable, la M era una orga muy poderosa y parecía bastante lógico que intentara disputar el liderazgo de Perón que por otra parte estaba viejo y muy enfermo, el tema , para mí, fueron lo métodos elegidos para la disputa...

En realidad, lo que dice el viejo en la Plaza sobre la dirigencia sindical y nuestra condición de improvisados era verdad, además estaba muy golpeado por el tema Rucci, que lo afectó sin joda. Yo mientras hablaba Perón ese día pensé, “Bueno se viene la maroma”, estaba ahí escuchando y pensaba ...“Uh, ahora chau, ahora sí que se arma”. "Nos vamos", "nos vamos" empiezan los gritos –esa era la consigna- “Hay que irse, hay que irse, hay que irse”, en medio del discurso de Perón. Yo pregunto “¿Cómo que hay que irse?”, otra vez la duda.

En medio de la estampida lo miro a Grecco que era el responsable de JTP, era de Gas del Estado . Y lo veo movilizando: “Vamos, vamos, vamos, es el pueblo el que se va”. Yo lo miro y digo: “Ah bueno, Grecco –digo- tengo una duda: ¿A dónde nos vamos nosotros?”.

Y me dice “Es el pueblo el que se va”... “Es el pueblo el que se va..., ¿pero a dónde nos estamos yendo nosotros?”. Entonces me repliego para atras contra la pirámide y los veo irse.

La verdad que se vació la plaza. Eso Perón no lo debe haber vivido nunca. Se le fue media, más de media plaza. Y a la derecha estaba el grupo de la Juventud Sindical de aquellos tiempos y empieza a haber una corrida, se arman una de palos, piñas, patadas , un desastre. ¿Viste? Nada más… yo por lo menos tiros no escuché. Vi palos. Cuando veo eso digo “esto viene muy difícil” y salgo rajando para cualquier lado. Ya sin ninguna columna como referencia me digo “De acá hay que irse y rápido , porque esto termina pésimo”.

Y ahí si decido, bueno, yo de la JP me voy. Y ahí en esa semana me voy a la Unidad Básica ésta Gerardo Ferrari, nos vamos varios a JP Lealtad. ¿Qué pasó ahí? Y nada. Era plasmar lo que era una evidencia para nosotros, que la relación con Perón de Montoneros no convencía y no la entendíamos.

Nos parecía que el proceso de la organización se había desvinculado mucho del proceso general. Que la política había perdido preeminencia y que estábamos vinculados a una organización armada que estaba camino a… ya se había declarado después clandestina. O sea, estaba camino a dar por concluida su relación con Perón y bueno, no sabíamos la envergadura de lo que venía, pero estábamos en contra, sobre todo, del tipo de vínculo que Montoneros y en la JP teníamos con Perón y del alejamiento de la política para que dominara el aparato militar.

Y después nada más. Después vino el golpe de estado. Lealtad estaba en una situación ya políticamente inexistente en términos organizativos y bueno, ahí quedo congelada.

E- Y al nivel de la unidad básica ¿cómo lo viviste? No se si viviste ese impacto, porque hubo unidades básicas que quedaron partidas al medio…

AL- No. La nuestra se fue toda. En realidad no se fue la nuestra, yo me fui a esa unidad básica que fue de Lealtad. Porque la UB nuestra quedó dividida en dos. Quedó una parte de gente en la Organización, compañeros que ya directamente después se integraron a Montoneros. Y nosotros, nos fuimos a la unidad Básica Gerardo Ferrari. Porque yo no era de esa unidad básica. Llegué, me quedé, empezamos a militar ahí unos meses. Muy poca militancia, y nos la quemaron los Montos dejando una inscripción en el paredón de enfrente de la UB : “Gerardo Ferrari era un combatiente popular y no un oportunista". Como para que nos quede claro.

E- ¿Qué se podía hacer en ese entonces?

AL- Nada, discusión. Era discusión política de por qué nos habíamos ido. Nunca tuvo despliegue territorial la JP Lealtad. Siempre fue un grupo de reflexión acerca de lo anterior. De por qué te fuiste, de los que había sucedido con la experiencia de las regionales … Quedó como un testimonio de un sector que vio que Montoneros tomaba decisiones… -- o la JP Regionales que seguía, en ese sentido, a la Conducción de Montoneros --, que no juzgaba adecuada y se alejaban de…, sobre todo, de la estrategia política más general . Pero nada más. No hubo militancia seria. No hubo… fue un no lugar político y organizativo la JP Lealtad (el subrayado es de Pozzoni).

Fue simplemente una señal. Y casi más discursiva que organizativa. Pero ese gesto, estuvo. Y después se plasmó en los ochenta , una parte importante en la revista Unidos. Que creo que fue el emergente posterior al golpe donde hubo –que yo sepa- más intelectuales vinculados a Lealtad, escribiendo en una revista política.

E- Incluso, previamente está la revista Movimiento.

AL- la revista Movimiento surge sí con Lealtad. Esa es la revista que, creo que tiene seis o siete números.

E- si, yo los tengo. Creo que son nueve o diez.

AL- Bueno. No sé si no está como director Edgardo Margiotta.

E- Sahieg, Miguel Sahieg.

AL- Bueno. Está bien. Es el director. Bueno, a mi me la trae Edgardo Margiotta y ¿sabés quien? Pedro del Piero que fue después el senador que acompañó a Chacho Álvarez que es amigo. A él lo tenés que entrevistar, porque el hizo la revista Movimiento.

E- Ajá.

AL- Pedro del Piero.

E- ¿Tenés el contacto?

AL- Tengo el teléfono. Creo que lo tengo. Y me dan el Nº 0 de la revista , que me vienen con eso. Pero eso fue antes de.. el Nº 1 de esa revista debe haber aparecido antes del 1º de mayo. Debe haber aparecido en la coyuntura de abril del ’74…

E- Creo que sí, que es entre abril y noviembre que se publicó.

AL- No , la publicación fue entes del 1º de mayo , porque la tapa decía: “El primero de Mayo junto al Caudillo de los Descamisados”. Para buscar supuestamente "la síntesis" entre derecha (Revista El Caudillo) y la izquiera (Revista El Descamisado). Como verás era una cosa patética esa revista. Fue lo que expresaba Lealtad, la nada... Esa tapa no expresaba nada. Es imposible eso porque era un no lugar. Que yo todavía al ver eso, aún con mis dudas, le dije a Del Piero “Esto es una mierda. Es una payasada”. Y no la vi más a la revista, no me interesaba. Pero eso fue antes de mayo, porque en la tapa hacía referencia a la movilización de mayo. Creo que era una tapa naranja o roja, de esa revista me acuerdo perfectamente. Pero tampoco tuvo ninguna incidencia en nada. Fue una cosa que…

E- No, se publicó hasta noviembre del ’74.

AL- Por eso, pero no dejó ninguna impronta… Teóricamente no me acuerdo, pero me pareció que estaba muy inscripta en la fractura. Pero le daba una entidad a la ruptura que ninguno de nosotros veía… le daba una consistencia a la fractura que ninguno de nosotros sentíamos. No sabíamos muy bien que pasaba, eran intuiciones las que teníamos. Y después…

E- Si, porque incluso se vuelca a un apoyo a Isabel la revista.

AL- Más a la derecha de lo que nosotros queríamos. Nosotros en realidad teníamos una relación que siempre… inorgánica pero que siempre mantuvimos como propia con la historia de Montoneros. Estábamos de acuerdo en cosas puntuales ¿no? Y esa revista nos pareció ya … viste que se iba a de mambo. A mí me apreció que no me representaba. Tampoco es cabalmente Lealtad. O por lo menos no “la Lealtad” que viví yo. Pasa que Lealtad es muy difícil de definirla porque cada uno la vivió a su manera. No hay una experiencia de Lealtad instituida como para decir “Era esto”. Es “¿Qué opinás vos…”. En realidad Lealtad es “Cómo te fuiste vos de Regionales”, o “Cómo vos dejaste de pertenecer”.

E- Claro, es la Lealtad hacia Perón pero se convierte en una traición hacia Montoneros.

AL- Exactamente, exactamente.

E- Digo en la óptica de los militantes ¿no?

AL- “Oportunistas” nos pusieron a nosotros. Porque también estaba la noción de que éramos oportunistas en función de ubicarnos cerca de la figura de Perón que era el que ejercía el poder dentro del movimiento, y nosotros éramos oportunistas . Había una versión más dura, la de "Traidores" pero eso el pase de caturas entre integrantes de la M.

A nosotros nos zamparon "oportunistas", que me pareció… no del todo falso. Tampoco es un demérito haber observado la oportunidad histórica ... nos pareció que el adjetivo era descalificador, pero no era grave, digamos. Por eso que yo no tenía un odio hacia… nunca tuve una relación, digamos de... nunca consideré traición lo de Montoneros.

Lo consideré un error político. Pero la historia esa la reivindico. Cosa que la revista esta no hacía. Estos ya iban para, demasiado, a mi gusto, mucho más para los sectores de la derecha del peronismo. Pero bueno, no es representante de Lealtad, Movimiento. O puede ser de un sector de Lealtad, el más duro, pero no de toda “la Lealtad”. Porque incluso hay sectores de Lealtad que después vuelven, al encontrar un “no lugar” se vuelven a incorporar a la estructura de Montoneros.

E- No creo que haya sido fácil irse.

AL- No, porque no tenías ninguna cobertura. O sea que eso fue un movimiento que quedó como relato, una señal política más que organizativa. Incluso muchos de ellos volvieron porque no había más remedio. Muchos no se podían ir porque no había mucho más remedio.

E- Claro, estaban “bancados” económicamente..

AL- Claro. Y además después venía el golpe y ¿qué hacías? ¿A dónde ibas? No, no, no. Eso fue simplemente una señal. Y después se plasmó… Después resultó una señal que dominó, casi todo después terminó como Lealtad lo planteó. En el sentido de que hubo convergencia con el movimiento obrero. Todo lo que sucedió después, está en la línea de lo que señaló Lealtad que iba a pasar. En ese sentido, acertó. Lo que no pudo… lo que no acertó es en el momento, ni en la forma organizativa, ni que eso dejó una impronta en la época, en términos políticos concretos.

E. Incluso cuando muere Perón, son perseguidos también por la Triple A.

AL- Totalmente. Nunca terminó de plantearse como un espacio autónomo. Y para el otro tampoco fue un espacio autónomo. Porque, además, Lealtad no tenía… las intenciones nuestras no eran convalidar el discurso de la derecha peronista. Al contrario, era combatir a la derecha por otros métodos, dominantemente políticos. Nosotros creíamos que el enfrentamiento militar, con Perón en el medio, y con la discusión con Perón, debilitaba las posiciones de crítica que había que tener con respecto a la derechización de un sector del movimiento. Era buscar mayor eficacia en la lucha interna, que considerábamos… porque nunca dejamos de creer en la lucha interna. Lo que decíamos era que este no era el método. Y menos enfrentando a Perón.. Yo creo que en eso acertamos bastante.

Yo me di cuenta yo por una cuestión personal, tampoco fue muy política. porque yo no tenía tanto aprecio, en el sentido de que no valoraba la figura histórica de Perón tanto. Por una cuestión de edad. Pero si que veía que estaba esto tomando un cariz medio extraño. En democracia, matar gente, buscar la salida armada. Yo me fijaba mucho en el ERP. Yo decía “Esta gente está descolgada”, y nos parecíamos cada vez más. Y yo decía “Evidentemente en esto alguna falla hay”. Si no te distancias de esta gente, algo anda mal.

Porque incluso en el ERP se provoca una ruptura que es el ERP 22 de Agosto, que se distancia de la concepción más militarista del ERP , se acerca a Montoneros e incluso acompaña el recibimiento del general Perón , yo los vi pintar paredes con aerosol el 20 de junio camino a Ezeiza "Bienvenido Perón", con muy poca onda, pero pintaban los tipos. Hay que decir también que como contrapartida y señalando la crisis del PRT , nace casi al mismo tiempo el ERP Fracción Roja, que era más duro todavía que el ERP. Dije “algo pasa”. Pero bueno, fue un gesto.

E- La fusión con las FAR ¿impactó de alguna manera?

AL- Para mí una parte de la muerte de Rucci se debe atribuir a que el paradigma ideológico de las FAR -esto es una idea mía- que era marxista más tradicional, forzó todavía más la concepción de la burocracia sindical como enemigo dentro del movimiento, y habilitó la solución militar de ese antagonismo. La muerte de Rucci se produce ya con las FAR unificadas en Montoneros.

E- Es una idea que también aparece en el libro de Amorín.

AL- Bueno, yo tengo esa intuición desde aquella época, sin leer a Amorín. Pero, por otro lado ahora supe que Quieto, Roberto Quieto, estaba muy deteriorado anímicamente y en desacuerdo con la militarización… por lo tanto te diría que … es muy discreta, mi hipótesis. Yo la tenía como firme hasta que me entero también de las posiciones de Quieto y dije “no, entonces esto de las FAR solamente no explica el tema Rucci …”.

(…) Yo analicé la conceptualización errónea de los sectores medios, incluso de la derecha católica , sobre la clase trabajadora y sus organizaciones sindicales representativas . No había una conceptualización adecuada …

Era una noción muy prejuiciosa y pre -cookeana. Cooke entendía mejor el fenómeno de la burocracia sindical de lo que lo entendió Montoneros. Porque Cooke no la consideraba como una anomalía a combatir, sino como un estilo que podía ser de derecha o de izquierda. Tiene una teoría de la burocratización como estilo Cooke que es tremenda. Yo tengo un trabajo sobre Cooke, una relectura desde Althusser.

Pero eso ya en la academia lo hice. Cooke tiene conceptos teóricos que después toma Laclau. (…) Era mucho más sofisticado Cooke que lo que decíamos nosostros. A Cooke lo toma el Peronismo de Base, que era el despliegue territorial de las FAP , de gran impronta cookista . Por eso es que para mí, el PB tiene una mejor visualización del proceso político general que Montoneros, más nivel de análisis, en particular los documentos de las FAP 17 de octubre que no confrontaban abiertamente con Perón como el resto del PB , que para mi fueron un punto alto en la reflexión de esos años, junto con, anteriormente, los análisis de Olmedo de las FAR .

Sobre todo sobre la realización del “Operativo Dorrego”, las críticas que el PB le hace a Montoneros y su visón militarista en perspectiva, no eran incorrectas. Si eran muy duros con respecto a la cuestión sindical, donde también la pifiaban. (…).

....

E- En la unidad básica de Lealtad –no sé si podés decir nombres, ¿Con quién estuviste?

AL- Carlitos Nine, que es el más destacado. Después no me acuerdo muchos los nombres, apodos sí Coco, Patán , el loco Serenata, Aníbal, o sea todas joyitas, como imaginarás (…) en nuestra unidad básica, Gerardo Ferrari, éramos tres gatos locos. Si fuera por esa experiencia te diría que no se fue nadie. O se fue mucha gente pero ya no volvió a ningún lado. (…)

Ese fue un tema individual, muy personal que a nivel de la conducción debe haber producido efectos pero masivo de ninguna manera. Capaz que fue grande en el número que se cuestionó cosas y se fue, pero nunca se fue a Lealtad. Que se fue de Regionales si, seguro que hubo mucha gente que dijo “No, esto no va más,acá terminó mi militancia”.

Pero también muchos se intimidaron porque la cosa venía mal a nivel seguridad y no había protección. Porque Montoneros declara la clandestinidad en setiembre del 74 , pero tenía montado un enorme aparato de superficie y ¿cómo hacía? ¿una clandestinidad de un millón de personas? Estaban locos los tipos.

Armaron un aparato territorial , universitario, sindical con un despliegue de millones y decretan la clandestinidad de la organización. Y vos, que eras la superficie de ellos en qué situación quedás... ¿quién va a ir a la clandestinidad? Una organización de masas clanestina, , eso es una locura...

Desde otra perspectiva, era una entrega al mejor postor de “millones” de pibes que no sabían dónde meterse. Eso motorizó la rajada masiva de todo el mundo. ; “Estos nos mandan al muere a todos", se pensaba. ¿Cómo vas a estar trabajando en un barrio , la universidad, una fábrica y resulta que estás trabajando en un espacio que tiene a la Conducción en situación de clandestinidad dispuestos a salir a tirar tiros? ¿en qué situación estás? Te están mandando a matar. Eso a mí me paralizaba mucho ...

FIN DE LA ENTREVISTA.

PD: Cierro con Run through the jungle, el tema de CCR que me marcó como a una buena parte de aquella generación de jóvenes , cuando también esto era una jungla que había que atravezar sin saber muy bien por dónde, ni hacia dónde , ni cómo, ni porqué, corriendo , solo para sobrevivir...

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